Durante toda tu vida vas a sufrir una gran cantidad de pérdidas y, a menudo, no estarás preparada/o para enfrentarte a ellas. Algunas de esas pérdidas ni siquiera las vas a identificar como tales, ni tu ni tu entorno. El hecho de que tu entorno no reconozca como pérdida la situación que estás viviendo puede provocar que tengas dificultades a la hora de aceptar la pérdida que has sufrido y en la puesta en marcha de recursos para atravesar el proceso de duelo.
Si no te permites atravesar el proceso de duelo es posible que algunas emociones que se han generado, se queden enquistadas y sigan molestándote a lo largo del tiempo. Es por todo esto que hoy quiero explicarte qué es una pérdida y darte algunas recomendaciones para facilitar su aceptación.
¿Qué es una pérdida?
Seguramente, cuando piensas en una pérdida o en un proceso de duelo te viene a la cabeza la idea de muerte. Pero como he dicho antes, hay pérdidas que no identificas como tales. Eso significa que, a parte de la muerte, hay otras circunstancias que harán que entres en un proceso de duelo. Obviamente, no todos los procesos de duelo son igual de intensos, ni igual de dolorosos.
En realidad, cualquier situación que implique un cambio importante en tu vida va a conllevar que tengas alguna pérdida. Te voy a poner algunos ejemplos para que veas a qué me refiero. Cuando te quedas sin trabajo pierdes tu actividad diaria, tu estatus, tu estabilidad económica, tu tranquilidad. Cuando una relación de pareja termina pierdes la rutina que tenías con esa persona, dejas de compartir muchas cosas con esa persona, pierdes un apoyo, pierdes parte del entorno de tu expareja. Si te diagnostican una enfermedad pierdes tu salud, quizás pierdes funcionalidad y autonomía.
Estoy segura de que has vivido alguna de estas situaciones. Quizás cuando lo has hecho has intentado restarle importancia y quizás has intentado que esas emociones que se estaban generando no molestaran. Así que lo habrás puesto todo en la mochila, para seguir avanzando. ¿Te das cuenta de que, si todo lo vas poniendo en la mochila, cada vez es más difícil caminar? Si sólo llenamos, pero no vaciamos, cada vez pesará más la mochila y puede llegar un momento en que no quepa nada más, y todas esas cajitas de situaciones difíciles que vas guardando allí se empiece a desbordar.
Por tanto, cualquier situación que implique un cambio importante en tu vida va a requerir un proceso de adaptación que puede ser similar al proceso que se desencadena cuando nos enfrentamos a la muerte de un ser querido. Cómo ya he dicho antes, no con la misma intensidad, ni el mismo dolor, pero sí en cuanto a la forma.
Cuando estés pasando por un proceso de duelo, es muy importante que dejes que éste siga su propio curso, sin evitarlo. Respeta tu ritmo, no te compares, escucha lo que tú necesitas. No hay una única manera de atravesarlo, ni hay un tiempo prefijado al que tengas que ceñirte.
El duelo te va a permitir transformar el dolor que te causa esa pérdida para poder reorganizar tu vida. A veces, sentirás la necesidad de distraerte. Está bien hacerlo siempre y cuando eso no signifique no enfrentarnos en ningún momento al dolor.
Es importante que sepas que a veces en cada nuevo duelo que atravesamos pueden aparecer emociones antiguas de procesos de pérdida anteriores que no quedaron del todo resueltas. Simplemente, permítete expresarlo sabiendo que no forma parte de la pérdida actual.
Para facilitar el proceso de duelo necesitamos transitar por diferentes tareas. Imagínate que este proceso tiene forma de mueble. Es un mueble con cuatro cajones, uno para cada tarea. Lo más probable es que vayas entrando en cada uno de los cajones a ratitos. Irás resolviendo cada una de las tareas paralelamente a las otras.
Aceptar la realidad de la pérdida
Es necesario que tomes consciencia de que aquello que has perdido ya no va a volver. Tanto si se trata de un trabajo como si se trata de la muerte de alguien cercano a ti, debes ser consciente de que tu situación vital ha cambiado y que no volverá a ser como era antes.
Esta no es una tarea fácil. Necesitas tiempo para poder lograr la aceptación tanto a nivel racional como a nivel emocional. Aceptar la realidad de la pérdida implica aceptar su significado y experimentar plenamente tu nueva realidad.
Experimentar las emociones y el dolor
Para poder expresar las emociones que han aparecido en tu proceso es muy importante que puedas identificarlas. Para ello, te recomiendo que leas mi artículo sobre las emociones.
Para poder elaborar y transformar el dolor es imprescindible que lo experimentes. Sí, lo sé, es muy duro y desagradable. Pero es necesario. Como te he dicho antes, cuando sientas la necesidad de distraerte, puedes hacerlo. Si intentas evitar sentir el dolor, el proceso de duelo se puede complicar y eso puede provocar que no puedas acceder a los recursos necesarios para superar esa pérdida.
Adaptarte a las nuevas circunstancias
Los cambios que ha generado esa pérdida pueden tener una implicación relevante en nuestro día a día. Algunos de estos cambios significativos son los nuevos roles y las nuevas responsabilidades que deberás asumir.
No te exijas hacerlo todo a la vez. Son cambios difíciles de hacer. Respeta tu ritmo, y ve haciendo pequeños cambios, poco a poco. No compares tu proceso con el de otras personas. Cada proceso es único, y no hay una única forma válida de vivirlo.
Reorganización emocional
Es importante que entiendas que superar el proceso de duelo no implica olvidar la pérdida que has sufrido. Superar el proceso de duelo significa aprender a vivir aceptándola.
Cuando aprendes a convivir con esa pérdida, tienes la oportunidad de darle un nuevo significado a la experiencia vivida, encontrar un nuevo sentido a la vida y tomar consciencia de aquello que has aprendido en el proceso.
Durante el proceso de elaboración de la pérdida, la intensidad del dolor va a ir disminuyendo. Poco a poco te irás acercando a la posibilidad de recordar sin que el dolor te impida seguir caminando.
Recuerda que no tienes porqué vivir esta experiencia en soledad, pide ayuda cuando la necesites.
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