Hoy se celebra el día de San Valentín, para muchos el día de los enamorados. Seguro que en los últimos días has ido recibiendo un bombardeo de mensajes a través de todos los medios de comunicación en los que se habla de cómo celebrar este día y cómo demostrarle a tu pareja cuánto la quieres. Yo no seré la que diga que eso es una mala idea, de hecho, me parece maravilloso poder celebrar el amor que sentimos unos por otros, independientemente del tipo de amor que sea.
Lo que sí me parece importante es que ese amor que queremos transmitir sea del bueno, del que nutre y no del que destruye. Es por eso que quiero decirte que no se trata de querer mucho, sino de querer BIEN.
Y eso me lleva a explicarte una reflexión que surgió hace unos días en consulta. En sesión, una persona me decía que cree que una relación de pareja nunca va a ser fácil, y que en toda relación de pareja hay que luchar (porque si no luchas es porque no le quieres lo suficiente).
No sé que opinarás tú al respecto, pero permíteme que te diga una cosa: una relación de pareja sana es fácil y no requerirá que luches para que funcione.
Sí, así de contundente.
Cuando nos queremos bien a nosotros mismos y queremos bien a los demás las cosas empiezan a ser fáciles. Y cuando hablamos de que una relación de pareja es fácil no estamos hablando de que es perfecta, ni siquiera nos estamos refiriendo a que en esa relación no haya discrepancias. Una relación de pareja fácil es una relación en la que las cosas fluyen, que la comunicación funciona, que sientes que las dificultades y discrepancias que van surgiendo se resuelven de una forma efectiva y satisfactoria para ambos. Y en el caso de que no se resuelvan, se busca la ayuda necesaria para poder hacerlo.
Te quiero hacer una pregunta, ¿una relación es fácil si necesitas luchar constantemente para intentar que funcione? ¿funciona una relación que no fluye? ¿y si no fluye y no es fácil, puede ser satisfactoria?
La respuesta a todas estas preguntas es NO.
Está claro que para que podamos mantener la ilusión y la estabilidad es necesario que cuidemos la relación y eso implica mantener ciertos hábitos saludables. Y eso, requiere de cierto esfuerzo. Pero luchar no es lo mismo que esforzarse. Cuando lucho siento que hay un enemigo que combatir y eso, en si mismo, ya genera un estrés/angustia por la posibilidad de perder. Es más, si estoy luchando probablemente seguiré avanzando aunque ese enemigo me esté machacando. Entonces, si luchas, ¿qué precio estás dispuesta/o a pagar para ganar?
Y ojo, puedes luchar, puedes estar en una relación que no sea satisfactoria. Bien porque no estás preparada/o para salir o porque aunque estés sufriendo, sientes que lo positivo pesa más. Quizás lo que puedes empezar a hacer es aprender a quererte y tratarte mejor, y lo demás, irá viniendo solo.
Es por eso que he querido prepararte un manifiesto. Sí, así como lo lees. Son aquellos mínimos imprescindibles que deben darse en toda relación de pareja. Porque, aunque seguramente a veces lo dudes, te mereces más y mejor. Así que, léelo con atención y espero que te sirva para reflexionar.
Para dejarle entrar en mi vida tengo que comprobar:
- que sea clara/o con lo que quiere y puede ofrecer
- que se comprometa con la relación
- que me permita expresar aquello en lo que no estoy de acuerdo
- que respete mi espacio personal
- que respete mi ritmo
- que se responsabilice de sus dificultades
- que me de soporte emocional
- que me acepte tal y como soy
- que sea capaz de comunicarse de forma asertiva
- que respete mi intimidad
Es importante que tengas en cuenta que la otra persona no tiene por qué cambiar. Si alguna de estas premisas no se cumple y no se va a cumplir, es tu responsabilidad cuidarte y protegerte. ¿Cómo? Yéndote.
Recuerda…
Si no hay respeto, no es amor.
Confiar es no necesitar pruebas.
Si no sabes por dónde empezar a quererte más y mejor no dudes en contactar conmigo. Estaré encantada de ayudarte.
Os quiero recomendar también algunos libros que hablan sobre esto:
- La reina que dio calabazas al caballero de la armadura oxidada – Rosetta Forner
- Los límites del amor – Walter Riso
- Amar o depender – Walter Riso
- Si duele, no es amor – Silvia Congost
- Cuando amar demasiado es depender – Silvia Congost
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